Desde su creación en 1992, la Fundación Emilio Pérez Piñero ha venido organizando cursos y encuentros, tanto nacionales como internacionales que siempre han tenido una gran aceptación y repercusión en el mundo de las estructuras ligeras.
A todos los eventos siempre han sido invitados tanto profesores, como profesionales de la Arquitectura y la Ingeniería, de primerísimo nivel internacional. En todos los casos su asistencia fue siempre desinteresada y no por ello, falta de entusiasmo.
En cada uno de los encuentros se han producido grandes lecciones de profesionalidad, pero también de humanidad. Con todos ellos hemos disfrutado de sus enseñanzas sin advertir ni el más mínimo asomo de vanidad, a pesar del enorme nivel de la docencia que impartían. Nuestro más sincero agradecimiento a todos ellos.
No podemos dejar pasar la oportunidad de rendir nuestro pequeño homenaje a dos grandes figuras de las estructuras, cada uno en su campo. Los Profesores Doctores Félix Candela y Félix Escrig.
Candela, que ya fue socio y amigo de Pérez Piñero, me honró algunos años más tarde con su amistad y permitiéndome subirle la maleta cuando venía a Madrid, a su apartamento de la calle del Conde, ubicado en un cuarto piso sin ascensor. ¡Qué veladas aquellas!, en las que después de su montón de horas de vuelo, nos pasábamos horas hablando y tomando unos tragos, mientras Dorothy dormía. Y cuánto pude aprender con él, de estructuras y de la vida; sobre todo del estupendo ambiente cultural del Madrid de la preguerra. De ésto le gustaba hablar, si se le preguntaba. Cada vez que le pedía ayuda para organizar un nuevo encuentro internacional, era como si rejuveneciera. Se implicaba en cuerpo y alma y siempre conseguía que vinieran primerísimas figuras del mundo de las estructuras, como Frei Otto, Mamoru Kawaguchi, Isler y tantos otros. Cuando falleció perdí un gran maestro, además de un gran amigo.
Félix Escrig siempre decía que se entusiasmó con las estructuras desplegables cuando conoció la obra de Emilio Pérez Piñero. Igual que Candela, me honró con su amistad, y también como él, se volcó en facilitarme el trabajo cada vez que se organizó algún evento. El I Encuentro Internacional Estructuras Ligeras para Grandes Luces se llevó a cabo en la Escuela de Arquitectura de Sevilla, siendo él su director. Desde entonces, cada nuevo curso que organizábamos se convertía, sobre todo, en un acontecimiento lleno de alegría y entusiasmo por vernos de nuevo. Siempre arropado por los demás, y no menos importantes amigos: Rafael López Palanco, Pérez Valcárcel, Lina Puertas, López Rey, José Sánchez … Sin duda, Félix Escrig fue uno de los mayores difusores internacionales de la figura y la obra de Emilio Pérez Piñero. Vaya a todos ellos mi eterna gratitud.
Murcia, mayo de 2016
Emilio Pérez Belda